17 mar 2016

17/03 San Patricio

Todo empezó por marzo de hace muchos años, cuando tenía unos dieciséis o diecisiete años y podía salir por la noche hasta las tantas, o más bien no se enteraban de que salía por las noches y por eso podía volver a primera hora de la mañana. Recuerdo mentir a una amiga de que no me apetecía salir esa noche, pero en realidad sí que me apetecía, pero no con ella sino con un chico que me volvía loca. Luego esa misma noche, cuando me fui a un callejón a mear me encontré a esa amiga meando, menos mal que ella estaba lo suficiente borracha como para no enfadarse conmigo por la mentira y lo único que se le ocurrió decir fue serás pillina. Ella se acopló con nosotros y estuve toda la noche pensando en si decirle algo a ese chico o no. No dije nada. Al día siguiente volví a salir con él y sus amigos, había una especie de verbena en la calle, mi amiga y yo nos emborrachamos con vodka de caramelo, me dije que esa noche sería valiente y le diría al chico que me gustaba. Cuando fui a buscarlo se había ido a su casa, eso me dijeron sus amigos, y yo me puse a llorar. Me senté en la acera de la calle y me puse a llorar. Después vomité todo el vodka de caramelo y mi amiga me recogía el pelo mientras repetía ay, el amor.... La siguiente noche era San Patricio, y volví a salir con él y sus amigos, todos llevaban sombreros enormes de color verde y yo quería tener uno, por muy ridículo que fuese. Vimos fuegos artificiales y pensé esta noche es la noche, esta noche se lo diré, hubo un momento en que estuvimos a solas, él me acompañó hasta mi casa, pero en todo ese trayecto estuvimos en silencio, aunque yo en mi cabeza estaba díselo, díselo, díselo... pero no le dije nada, creo que un ¿estás bien? o algo así, él asintió y fin de la noche. No volví a quedar con él ni volví a decirle nada.

Un par de años después, vuelve a ser San Patricio, y yo recuerdo al chico este y me pregunto qué será de él, me río de lo indecisa que fui y lo acobardada. Me llega un mensaje al móvil: ¿Hacemos un trío esta noche? y yo respondo . Aunque en realidad no quiero, no quiero acostarme con nadie esta noche, pero digo que sí porque quiero que piense que soy una atrevida, que no me acobardo de nada. Llego a su casa y abre una página en la que hay un montón de tíos que según él, quieren acostarse conmigo. Elige uno, y yo voy perfil por perfil leyendo las biografías de cada chaval. Si tuviese que escoger, me gustaría uno que no tuviese faltas de ortografía y que fuese un poquito interesante. Él me dice que para qué, que elija uno ya. Vuelvo a mirar y elijo el que menos asco me da. Él le da la dirección de la casa y yo me pongo nerviosa. Me dice que no me enamore del tío ese, que quiere que sea solo de él. Sonrío y le digo que no lo haré. Pasan las horas y nadie viene. Él se enfada. Yo me alegro. Por dentro, sin demostrarlo. Duermo con él, aunque en realidad no duermo nada esa noche. Me quedo pensando que ya no quiero saber nada del que está a mi lado. Que no puedo. No quiero. Cuando salgo de su casa por la mañana, a escondidas, sin hacer ruido, es la última vez que piso su casa, y decidí en ese momento que sería también la última vez que lo viese. Aunque en ese momento me dolía solo con pensarlo.

Al año siguiente salgo con unos amigos y veo que por las calles todos tienen sombreros enormes de color verde. Es San Patricio me dicen. Y recuerdo con nostalgia mis últimos San Patricios. El que fui tan cobarde de no decir lo que sentía, el que decidí en no repetir y caer en algo que me hacía daño. Qué será de esa gente, me digo.

Hoy vuelve a ser San Patricio y me siento bien. Puede que un poco cobarde. Pero ya no tan tonta, de eso estoy segura.

14 mar 2016

DISEÑO DE BOLSOS DE TELA || Proceso artístico

¡Hola, hola! Tenía ganas de compartir con vosotros a lo que le estoy dedicando mi tiempo últimamente. Y es a probar diseños e ilustrar bolsos de tela

Me gustaría comentaros en esta entrada todo el proceso que sigo hasta obtener el resultado final.

1. IDEA. Pienso un tema que quiero ilustrar en mi bolso, busco cosas que me inspiran o me motivan. En este caso me he dejado llevar por el verde de la naturaleza y por la inmensidad del espacio.

2. BOCETOS. Antes de ponerme a pintar directamente en el bolso, dibujo un par de bocetos en un folio y practico las ideas que hay en mi mente. Así repaso y retoco bocetos hasta que me gusta su resultado. Hay dibujos que se quedan simplemente en eso: bocetos. Ya que no llegan a convencerme del todo.



3. ¡A PINTAR!Esta digamos que es mi parte favorita pero que a la vez más me asusta, sobre todo la primera pincelada, luego ya estoy como pez en el agua. Me rodeo de todos los materiales que voy a necesitar: soporte rígido para apoyar el bolso, pinceles de diferentes grosores, paleta con pintura, agua... Y comienzo a pintar. Una vez terminado, lo dejo secar.


Y así queda el RESULTADO FINAL:

-BOLSO DE PLANTITAS-





-BOLSO ESPACIAL-




También he realizado otros bolsos personalizados para regalar, os muestro el resultado de uno:


Ahora tengo algunos diseños en proceso en los que espero más adelante, 
ir mostrándoos cuando los vaya terminando.


***

 ¡Atención!
 ¿Os han gustado los bolsos de plantitas y el espacial
Porque tengo varios bolsos con esos diseños que están a la venta.
Precio: 9€ 
(+gastos de envío)


Si te interesa uno de esos bolsos o tienes alguna idea que quieres que ilustre, contacta conmigo por e-mail voragines@hotmail.es o por privado en twitter, ¡no muerdo!



11 mar 2016

Diario visual || Día 5



De lo que recuerdo de este día es que era domingo, que fue el día que estrené el blog, que tenía mucha ilusión, que hacía frío y viento fuera y no salí de casa en todo el día. Que me asomé por la ventana del balcón y me gustó ver las ventanitas y los balcones del edificio de enfrente. Y aunque no se aprecia en el dibujo, me gustan los colores de ese edificio (amarillo y salmón).

No recuerdo nada más de ese día. Solo tengo la sensación de que fue un buen día, de que me sentí muy bien, de que no paré de sonreír. Es curioso que de un día solo se te quede la sensación y no los recuerdos.

Curiosidad: la línea vertical que hay dibujada a la derecha del dibujo es el borde de la cortina.  Lo que se ve arriba es el techo de mi balcón, no hay ninguna nave espacial volando por la ciudad. O eso creo.

5 mar 2016

Jóvenes

Recuerdo cuando éramos jóvenes. Cuando creíamos tenerlo todo bajo nuestros pies y daba igual lo jodida que nos tratara la vida, creíamos que merecía la pena. Que lo merecíamos. 
Cuando nos tomábamos todo lo que se nos pusiera por en medio porque creíamos que nuestras mejores ideas las teníamos así, «¡Somos jóvenes, joder!» decías cada vez que proponías un plan, y eso servía como afirmación a todo. Me encantaba tirar el humo por la boca, -tú siempre decías que se me veía bonita entre tanto gris- y tú siempre me regalabas besos de más cuando te bebías una determinada cantidad de alcohol. Éramos jóvenes y pensábamos que también eternos. Aunque siempre nos creímos con edad suficiente para decir joder y coño en cada frase.
Nos gustaba follar en los baños sucios de los locales simplemente para decir cuando nos pillaran: qué coño miras. Siempre nos pillaban. Nos reíamos en la cara de todo aquel que nos dijera cualquier cosa que no queríamos escuchar. Gritábamos adrede por las madrugadas para despertar a los vecinos, que se jodan decíamos.
Siempre me decías que podíamos hacer lo que quisiéramos, que podrías darme lo que pidiera. La vida era nuestra -aunque las peleas hacían que cada vez quisiera menos esta vida, luego venía el sexo y se me olvidaban las discusiones. Te permito que me insultes si luego me bajas las bragas y me perdonas entre mis muslos, pensaba cada vez que me levantabas la voz. Me dijiste que podíamos hacer lo que quisiéramos pero en realidad era un «tú haces lo que yo te diga y yo haré lo que me dé la gana».

Ya no quiero ser joven, pensaba cada vez que vomitaba cada copa que habías robado por ahí.
Ya no quiero ser joven, pensaba cuando te quedabas inconsciente en mis brazos.
Ya no quiero ser joven, no quiero ser joven...

Dejé de serlo tras mucho llanto,
tras un portazo, 
tras una huida.