14 feb 2016

7/02/16 Sushi


   Hoy he soñado que se me caían los dientes, ¿y sabes eso qué significa? le pregunto mientras él me mira incrédulo Significa preocupaciones e inseguridad.
Pues yo creo que significa madurez.
Le miro en silencio esperando a que continúe hablando.
Ayer terminaste tu primer trabajo, se te han caído los dientes de leche y ahora estás creciendo, madurando.

Me gusta su respuesta, me quedo tranquila y vuelvo la mirada a las vistas. Apenas hay coches. Las montañas tienen forma de caras de indios. Hace muchísimo viento. Cierro los ojos y me quedo dormida.
Me toca el brazo y al instante abro los ojos, nos rodea el mar. No el mar contaminado de la ciudad, ese de color gris, sino un mar azul vivo, un mar que hipnotiza. El mismo mar que me abrazó cuando viví allí, el mismo mar de cuando él vivió allí.

Bajamos del coche y el viento nos empuja por el paseo. El mar ruge. Todo se ve más viejo, como si hubiesen cubierto todas las calles con una fina capa de tiempo y mucha nostalgia. Y del mismo modo que nos hemos ido alejando del coche, damos la vuelta en un punto y volvemos. 
El viento sigue golpeando. El mar sigue rugiendo. Y todo sigue igual de viejo aunque viejo no sería la palabra adecuada.

Comemos sushi en un japonés en el que teníamos realmente ganas. Yo nunca he comido en un restaurante japonés y mi sonrisa es sin duda infantil e inocente. Nos sentamos en una mesa y todo es grande y bonito. Él señala unas mesas que rodean un wok, y me dice que es ahí donde cena Ross con su exmujer Carol la embarazada, ¡es verdad! digo casi gritando de la emoción.


Una noche de junio, en la final de algún partido de fútbol, 
yo fui por la noche a ver a J. a su obra de teatro, 
estaba rara ese día porque había discutido con él
 y de todos modos fui para decirle que no pasa nada, que estoy aquí 
pero sin llegar a decírselo y él lo acabó entendiendo. 
Me fui a dormir tranquila porque estaba en paz con J.
pero a la vez me invadió una tristeza justo antes de quedarme dormida
porque no había recibido ni un solo mensaje esa noche
del chico con que llevaba hablando las últimas noches.
Pensé que algún día tendría que ser la primera vez.
Que lo bueno termina pronto.
Que puede que lo echara de menos.

Cuando me desperté al día siguiente 
tenía un mensaje recibido a las dos y pico de la madrugada
era de él diciéndome que había cenado un sushi increíble.

                                                                      foto propia

Quién me iba a decir que la próxima vez que volviese allí estaría yo también.



6 comentarios:

  1. Ay, qué bien que hayas vuelto y así de bonito. Me encanta tu nuevo blog, el objetivo de éste y todo lo bonito que sé que nos vas a traer. Me gusta porque blogger empieza a renacer, de nuevo, como siempre, como no debería de haber dejado de ser nunca, y qué mejor forma que hacerlo contigo.

    Me ha encantado la entrada, tan de dentro, tan poética y real. Me ha parecido muy, muy tierna ♥ (y qué sonrisa amplia cuando me ha venido a la mente la escena de Ross y Carol)

    un abrazo enorme,
    W.

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  2. Me encanta la última parte. El perdón, la lealtad, el no necesitar palabras para entenderse. Sobre todo, la sorpresa bonita del final.

    ¡Qué bien que hayas vuelto! Espero que te quedes mucho tiempo por aquí.

    (sonrisa de elefante)

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  3. me has hecho sonreír, y cerrar los ojos e imaginar el mar
    sencillo, pero potente

    un abrazo inmenso

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  4. Primero decirte que me he enamorado de la imagen de cabecera; todo lo que tenga que ver con bosques me puede.

    Y también todo lo que tenga que ver con el mar, que está más que presente en mis letras, mis pensamientos y en mí. Y cada vez que leo algo que incluya el agua me siento como en casa.
    Echaba muchísimo de menos leerte y estoy encantada con que estés aquí. Quédate, por favor, y tráenos el mar y estos sentimientos tan bonitos.

    Un abrazo gigante.
    13

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  5. Un relato muy tierno, seguro que real porque haces ver y sentir todo lo que quieres!

    ibeatforlove.blogspot.com

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  6. Más, más, más. Genial regreso, Buccito. (Por cierto: la cosa esa rosa que parece salmón pero que no es, que parece jamón pero no es, que parece un horror y así no lo ves... Nunca mais).

    Quiero sushi (cara de mono de WhatsApp tapándose los ojos).

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Todo lo leído puede ser real o fantasía, puede ser vivido o imaginado, puede doler y hacerte sonreír tontamente. Yo al menos sentiré todo lo que escribo, si te atreves dime al menos lo que has sentido tú.